Descripción
Razones por las que nos gusta:
Este limpiador está bien arriba en la lista de nuestros favoritos. El éxito es el ácido láctico al 1.1% de su fórmula. Ese porcentaje equilibra lo funcional y lo seguro. Es tan suave que lo pueden usar los bebés recién nacidos (es excelente para remover la costra láctea y para prevenir la dermatitis del pañal) lo pueden usar personas con la piel muy sensible e inflamada como pacientes con varicela, rubeola o sarampión, pieles con acné y rosácea pero también es ideal para las pieles secas y deshidratadas, ya que además de hidratar ayuda a desprender las células muertas de la capa córnea de la piel, ésas que al tener en exceso hacen que la piel se vea engrosada y sin vida. Además Lactibón normaliza el pH de la piel y lo mantiene después del enjuage, asegurando un efecto prolongado.
Un dato:
El ácido láctico es un alfa hidroxiácido que se puede producir de la fermentación de ciertos azúcares como el de la leche o del almidón, gracias a unas bacterias llamadas lactobacillus. ¿Alguna vez has escuchado de la suavidad que da a la piel una mascarilla casera de yogurt? Esto es por el acido láctico que contiene. El ácido láctico provee además un pH óptimo por lo tanto favorece y restablece la barrera ácida natural frente a las bacterias (es por eso que Lactibon también puede ser usado en la higiene íntima de la mujer … hablando de “multitasking”).
Modo de uso:
Agita el frasco antes de usarlo. Humedece la piel y aplica un poco de Lactibón (media cucharita de té) y frota suavemente (no hace espuma). Enjuaga normalmente. Sentirás una película que no es necesario remover pues se trata del cocamide D.O.A, cuya función es suavizar la piel.
Para pieles:
En todos los tipos de piel. Inclusive en las sensibles. Ayuda mucho en el acné y en las pieles maduras deshidratadas.
Duración:
Puede durar un par de meses.
Ingredientes principales:
Ácido láctico, estearato de glicerina, agua.
Valoraciones
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